La Legislatura Porteña reconoció la trayectoria de José Ignacio López, periodista browniano
José Ignacio López, periodista y vocero del expresidente Raúl Alfonsín, recibió un reconocimiento como «Personalidad Destacada» por su contribución al periodismo y la defensa de los derechos humanos. La ceremonia sucedió el viernes en la Legislatura Porteña, donde honraron a López, oriundo de Almirante Brown, por su «invaluable contribución al periodismo, la política, la cultura y la defensa de los derechos humanos en nuestro país».
Distinción en la Legislatura
López vivió la mayor parte de su vida en la localidad de Adrogué. Recibió la distinción de manos del vicepresidente primero de la Legislatura, Matías López; el periodista Julio Bazán y la legisladora Inés Parry. El economista e historiador Pablo Gerchunoff, presente en el evento, destacó: «Hay tres momentos en la vida de Nacho en que aparece el coraje cívico: cuando le pregunta a Videla por los desaparecidos, su militancia moral al lado de Raúl Alfonsín y su convocatoria al Diálogo Argentino en la crisis del 2001». El panel que ponderó la vida del periodista también incluyó a Carolina Amoroso, Ignacio Otero y Diego Cabot.
En diciembre de 1979, durante la primera conferencia de prensa convocada por Jorge Rafael Videla como presidente de facto, López aprovechó su familiaridad con la Iglesia para citar un mensaje del Papa Juan Pablo II sobre los derechos humanos en Argentina. La pregunta obligó a Videla a responder con una frase que comenzó a revelar el horror que la CONADEP destaparía años después: “Ni muerto ni vivo, está desaparecido”. La conferencia se televisó en diferido, pero ese fragmento histórico no se transmitió y solo se publicó alrededor del año 2000, descubierto en los archivos de la Televisión Pública por el historiador Felipe Pigna.
Trabajo junto a Alfonsín
El trabajo de López no pasó desapercibido para Alfonsín, quien lo convocó como su vocero tras ganar la presidencia. López recuerda: “Para mí fue una verdadera sorpresa, nunca fui afiliado a ningún partido ni tenía vínculo con Alfonsín. Pero fue también una experiencia inolvidable trabajar con él en la etapa de la recuperación de la democracia. Y después fui amigo de Alfonsín hasta su muerte, cuando a pedido de la familia volví a oficiar de vocero para anunciar que había fallecido”.
El aprecio de Alfonsín hacia su amigo «Giuseppe Iñaki» quedó inmortalizado en un texto que le dedicó cuando cumplió 60 años. «Juramos juntos, por Dios y por la Patria», «ambos lloramos por el país, por la impotencia de la injusticia», «siempre tiene el corazón listo para abuenar y el sentido del honor marcado a fuego», son algunas de las frases de ese escrito.
Hoy, López valora la figura de Alfonsín al celebrar los 40 años de la recuperación de la democracia y habla de las «deudas» del sistema: «Todos los dirigentes tenemos nuestra cuota de fracaso en la mochila y todos tenemos que trabajar para que las cosas mejoren. Lo importante es que la democracia no se va a perder nunca más».