Persiste el reclamo de compensación económica a casi dos meses del suceso
Aproximadamente dos meses después del incidente que dejó a más de 150 familias afectadas por intoxicación alimentaria tras consumir sandwiches de miga en la reconocida panadería de Rafael Calzada «Septiembre», los damnificados continúan sin recibir una indemnización satisfactoria por parte del establecimiento. La panadería enfrenta demandas de indemnización, mientras persisten las negociaciones para resolver el conflicto de manera extrajudicial.
«Los afectados han sufrido consecuencias graves para su salud y un gran impacto económico, y hasta ahora la empresa no ha ofrecido una compensación adecuada», afirmó un vocero cercano a las negociaciones.
La presencia de salmonella en los productos, confirmada por los análisis realizados por la Dirección de Bromatología de Almirante Brown, llevó al cierre temporal del local, pero los costos para los afectados han seguido acumulándose desde entonces.
Inicialmente, se intentó llevar a cabo una demanda colectiva a través de la Oficina de Defensa del Consumidor, pero debido a las diferencias en cada caso, esta opción no prosperó.
En consecuencia, un abogado está representando a un grupo de damnificados, aunque las partes han optado por negociaciones privadas.
Cómo continúa la causa
A pesar de la disposición aparente para llegar a un acuerdo extrajudicial, las negociaciones se han estancado en el tema del monto de la indemnización. Ninguno de los afectados ha aceptado la oferta inicial de 300 mil pesos por familia, y esperan una nueva propuesta por parte de la panadería en los próximos días.
Los damnificados destacaron las dificultades económicas adicionales que han debido afrontar, incluyendo gastos médicos, pérdida de ingresos debido a la imposibilidad de trabajar y la interrupción de planes como vacaciones.
A pesar del transcurso del tiempo, algunos se muestran sorprendidos por la reanudación de las operaciones normales en la panadería, aunque la clientela ha disminuido notablemente desde el incidente.
«Es crucial que las autoridades municipales mantengan una vigilancia estricta para evitar futuros incidentes similares», expresó uno de los afectados en una entrevista reciente.
El brote de intoxicación se produjo principalmente entre aquellos que compraron sandwiches de miga para las celebraciones de Año Nuevo en la panadería de Rafael Calzada, aunque el producto continuó vendiéndose hasta el 5 de enero, a pesar de las quejas iniciales recibidas.